¿Por Qué Cuesta Tanto Recuperar la Forma Tras el Embarazo?

¿Por Qué Cuesta Tanto Recuperar la Forma Tras el Embarazo?

Ser madre es una de las transformaciones más profundas y hermosas en la vida de una mujer. Desde una perspectiva social, la maternidad es el pilar de la continuidad humana, un acto de generosidad que define el futuro. Para la mujer, es un descubrimiento de una fuerza interior desconocida y un amor que redefine todas las prioridades.

Pero esta increíble transformación también conlleva un profundo cambio físico. Durante nueve meses, el cuerpo se adapta, se expande y se reconfigura por completo para albergar y nutrir una nueva vida. Tras el parto, la presión social y personal por “volver a la normalidad” es inmensa, pero la realidad es compleja. Recuperar la forma no es un proceso lineal ni rápido; es un desafío que requiere una combinación de alimentación adecuada, ejercicio, paciencia y, sobre todo, autocompasión.

El Aumento de Peso Durante el Embarazo

El cuerpo necesita ganar peso durante el embarazo. No se trata de un descuido, sino de un requisito biológico esencial. Este peso no es solo grasa; incluye al bebé, la placenta, el líquido amniótico, el aumento del volumen sanguíneo, el crecimiento del útero y los pechos, y las reservas de grasa necesarias para la lactancia.

Es indispensable asistir a los controles médicos, donde el profesional determinará el rango de peso ideal para cada madre, basándose en su índice de masa corporal previo al embarazo.

Salirse de los rangos sugeridos por el médico es común, pero adherirse a ellos reduce riesgos. El desafío principal es que la recuperación implica perder este peso, que está distribuido de manera muy diferente a un aumento de peso habitual.

¿Cómo Evitar un Aumento Sin Control Durante el Embarazo?

Es un mito que durante la gestación haya que “comer por dos”; la clave es “comer dos veces mejor”, priorizando la calidad. El incremento calórico real es moderado: solo se necesitan unas 300-350 calorías adicionales al día sobre la ingesta habitual durante el segundo trimestre, y unas 450 calorías extra al día en el tercer trimestre.

Para mantener un aumento saludable:

  • Prioriza la calidad: Enfócate en alimentos densos en nutrientes: proteínas magras, grasas saludables (como aguacate y nueces), carbohidratos complejos (avena, verduras) y mucha fibra.
  • Hidratación: A menudo la sed se confunde con hambre. Beber suficiente agua es vital.
  • Movimiento aprobado: Salvo contraindicación médica, mantenerse activa (caminar, nadar, yoga prenatal) ayuda a regular el metabolismo y a preparar el cuerpo para el parto.
  • Escucha los antojos con moderación: Está bien ceder a un antojo, pero no dejes que se convierta en la base de tu dieta.

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El Cuidado Postparto: Paciencia, Nutrición y Movimiento

El postparto es un periodo de curación. El cuerpo está sanando heridas (ya sea de parto vaginal o cesárea), los niveles hormonales están en caída libre y el sueño suele ser escaso.

Alimentación en el Postparto

Tu cuerpo necesita combustible para sanar y, si amamantas, para producir leche (lo cual quema unas 500 calorías extra al día). No es momento para dietas restrictivas. Enfócate en:

  • Comidas fáciles y nutritivas: Ten a mano snacks saludables (fruta, yogur, frutos secos).
  • Hierro y proteínas: Esenciales para la reparación de tejidos y para combatir la anemia postparto.
  • Mucha hidratación: Fundamental, especialmente si das el pecho.
  • Evitar el “azúcar rápido”: Aunque el cansancio te pida dulces, estos generan picos y caídas de energía. Es mejor optar por carbohidratos complejos.

¿Cuándo Empezar a Hacer Ejercicio?

La respuesta depende de cada mujer y del tipo de parto. La regla general es esperar a la revisión médica de la “cuarentena” (aproximadamente a las 6 semanas postparto) para recibir el alta médica.

Parto vaginal sin complicaciones: Si el médico da el visto bueno a las 6 semanas, se puede empezar.

Cesárea o parto complicado: La espera suele ser mayor, de 8 a 12 semanas, y la aprobación médica es indispensable.

El inicio debe ser gradual. Lo primero no es correr o hacer abdominales tradicionales (que pueden empeorar la diástasis abdominal). Se debe empezar por:

  • Caminar: Es el mejor ejercicio inicial.
  • Ejercicios de suelo pélvico (Kegels): Fundamentales para recuperar el tono.
  • Ejercicios hipopresivos o de core profundo: Ideales para ayudar a cerrar la diástasis abdominal, preferiblemente con la guía de un fisioterapeuta especializado.

Un Recordatorio Final

Recuperar la figura después de un embarazo es posible, pero necesitarás tres ingredientes clave: tiempo, paciencia y disciplina.

Es fundamental ser realista con los plazos. El cuerpo tardó nueve meses en crear una vida y, a menudo, necesita al menos el mismo tiempo para reajustarse; es un proceso que va mucho más allá de las 6 semanas de la “cuarentena”.

Así que, la próxima vez que te sientas triste o no conforme con tu figura, haz una pausa:

Primero, respira. Date tu tiempo y sé amable contigo misma.

Luego, mira la carita de la persona que ha transformado toda tu vida en amor y verás que todo valió la pena.

*Revista Ligera/ Nhora Vargas/ Octubre 26 de 2025