El Misterio de la Primera Cerveza
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La búsqueda del inventor de la cerveza es un viaje que no termina en un hombre, sino en una mujer y un accidente que cambió la civilización
Olvídate de fábricas de acero y grandes maestros cerveceros; la historia de la cerveza comienza en un humilde cuenco de barro, hace más de 7,000 años, en la cuna de la civilización, Mesopotamia, la tierra de Sumeria.
La Anecdota Sumeria
El verdadero protagonista de esta historia fue el pan, un pan de cebada, espeso y nutritivo, que los sumerios llamaban bappir. La primera anécdota, que roza la leyenda, cuenta que no se inventó la cerveza, sino que simplemente se descubrió.
Imagina una aldea sumeria, alrededor del 4000 a.C. El clima es cálido y húmedo. Una mujer, encargada de la vital tarea de hornear, descuida un trozo de bappir. Tal vez una lluvia inesperada empapó el pan, o un cántaro volcado lo inundó. Lo cierto es que, al cabo de unos días, el pan se había descompuesto en un líquido turbio y espeso. El milagro de la fermentación había ocurrido.
Era un líquido, que hoy despreciaríamos, era dulce y ligeramente ácido. Pero, lo más importante, ¡producía una sensación de bienestar y euforia! Así nació la “cerveza primitiva”, llamada Sikaru, que era más parecida a una sopa espesa que a nuestra lager clara.
La Vida del “Inventor”
¿Quién fue el inventor? No hay un hombre, sino una Diosa, Ninkasi, la deidad sumeria de la cerveza. Esto no es casualidad. Durante miles de años, la elaboración de esta bebida fue una tarea exclusivamente femenina.
Las mujeres sumerias eran las guardianas de la receta. Su vida giraba en torno a moler el grano, humedecer el pan y vigilar las tinajas de fermentación. La cerveza no era un lujo, era un alimento básico, tan esencial como el pan y la cebolla, y a menudo se usaba para pagar los salarios de los trabajadores.
Se dice que los constructores de las pirámides de Giza recibían raciones de cerveza como pago.
Dominar la producción de cerveza era controlar el sustento de la familia y, por ende, tener un enorme poder social.
El Secreto Arqueológico y la Primera “Fábrica”
La evidencia más intrigante y tangible se encontró mucho más tarde, no en un bar, sino en un complejo funerario en Abidos, Egipto, que data de la época del rey Narmer (c. 3000 a.C.). Allí, un equipo de arqueólogos descubrió lo que se cree es la fábrica de cerveza más antigua del mundo. No era una fábrica en el sentido moderno, sino una serie de grandes tinajas de barro calentadas con una compleja estructura de fosas, capaz de producir miles de litros de una bebida fuerte y nutritiva.

La cerveza nació del descuido, se consolidó en manos de mujeres divinas, y fue el motor que alimentó a los imperios.
A la fecha de hoy, el misterio permanece sobre si la cerveza nació de un pan olvidado y mojado. Lo cierto es que fue elegida por la humanidad como su compañera de civilización.
*Revista Ligera/ Noviembre 7 de 2025

