Las Sagas Familiares que Forjaron la Industria Cervecera
En el vasto y competitivo panorama industrial español, pocos sectores están tan arraigados en la cultura popular y, a la vez, tan dominados por un selecto grupo de actores como el cervecero.
España, el segundo mayor productor de cerveza de Europa, no es solo un mercado de consumo; es un campo de batalla estratégico donde el legado familiar, la identidad regional y las audaces maniobras corporativas se entrelazan. Más del 90% de la cerveza que fluye en el país es controlado por cuatro titanes: Mahou San Miguel, Damm, Heineken España y la ascendente Hijos de Rivera. Esta es la crónica de cómo se forjaron estos imperios.
Mahou San Miguel. La Alianza de Dos Siglos

La raíz madrileña, Mahou, fue fundada en 1890 por Casimiro Mahou Bierhans. Este empresario de origen francés no era un recién llegado a la industria; su familia ya gestionaba negocios de pintura y papel pintado. Sin embargo, su visión en la calle Amaniel de Madrid fue la de crear “Hijos de Casimiro Mahou, fábrica de hielo y cerveza”. La cerveza, inicialmente un producto secundario del hielo, pronto se convirtió en el epicentro de la vida social madrileña.
En la cúspide del mercado se erige un gigante de capital 100% español: Mahou San Miguel. Su historia no es la de una sola entidad, sino la confluencia de dos ríos nacidos en el siglo XIX.
Paralelamente, ese mismo año (1890), en un rincón exótico del imperio español, Manila (Filipinas), nacía San Miguel de la mano de una comunidad de españoles, aunque su implantación en la península no llegaría hasta 1953, estableciéndose en Lleida
El movimiento maestro ocurrió en el año 2000. Mahou, ya una potencia consolidada, adquirió el 70% de San Miguel , de la cual ya poseía el 30%, formando el grupo líder indiscutible. La estrategia no se detuvo; en 2007, incorporaron Cervezas Alhambra de Granada, consolidando su dominio territorial.
Hoy, el grupo opera desde su sede central en Madrid, con centros de producción clave en Alovera (Guadalajara) —uno de los más grandes de Europa—, Lleida, Málaga y Granada. Genera más de 4.300 empleos directos y está pilotado por su Director General, Alberto Rodríguez-Toquero.
Damm. El Legado del Inmigrante Alsaciano

La historia de Damm es la crónica de una huida que transformó el Mediterráneo. En 1876, un joven maestro cervecero llamado August Kuentzmann Damm llegó a Barcelona huyendo de la guerra franco-prusiana que había anexionado su Alsacia natal a Alemania.
Junto a su primo, Joseph Damm, fundó la “Fábrica de Cerveza Damm”. Trajeron consigo el estilo lager centroeuropeo, adaptándolo al clima y paladar locales. Su icónica Estrella Damm , originalmente “Estrella Dorada”, se convirtió en sinónimo de la Ciudad Condal.
Durante décadas, Damm creció como una empresa familiar catalana, pero su estructura de propiedad cambió drásticamente en el siglo XX. Hoy, el grupo está bajo el control de la influyente familia Carceller, quienes han diversificado el holding más allá de la cerveza, con inversiones en logística, alimentación, como la cadena Rodilla, y otras bebidas.
El grupo, que genera más de 5.700 empleos, mantiene su corazón operativo en Barcelona y su gran centro de producción en El Prat de Llobregat. La visión estratégica de este imperio, que incluye marcas como Voll-Damm o Inedit (creada junto a Ferran Adrià), está dirigida por su Presidente Ejecutivo, Demetrio Carceller Arce.
Heineken España. El Gigante Holandés con Alma del Sur
A diferencia de sus competidores de capital nacional, la historia de Heineken España es una de estrategia global y adquisiciones tácticas. El grupo holandés, fundado por Gerard Adriaan Heineken en Ámsterdam en 1864, penetró en el mercado español absorbiendo dos de las marcas más castizas del país.
La primera fue El Águila, fundada en Madrid en 1900. La segunda, y más definitoria, fue Cruzcampo. Esta última nació en Sevilla en 1904, fundada por Roberto Osborne Guezala y Tomás Osborne. Cruzcampo se convirtió en la dueña absoluta de Andalucía, un fenómeno social inseparable de la cultura del sur.

Heineken adquirió El Águila en 1984 y asestó el golpe definitivo en el año 2000 al comprar Cruzcampo. Esta fusión creó a Heineken España, un coloso multinacional con un profundo acento local.
Con su sede española firmemente anclada en Sevilla, el grupo mantiene fábricas estratégicas también en Madrid, Valencia y Jaén, empleando a cerca de 1.450 personas en el país. El actual Presidente de Heineken España es el holandés Etienne Strijp, encargado de equilibrar las directrices globales de la matriz con la feroz identidad local de Cruzcampo.
Hijos de Rivera. El Fenómeno Gallego
La cuarta gran dinastía es la historia de un “indiano”, un emigrante retornado. José María Rivera Corral, tras pasar años en México, donde regentaba un negocio llamado “La Estrella de Oro”, regresó a su A Coruña natal. En 1906, fundó La Estrella de Galicia, una modesta fábrica de cerveza y hielo.
Durante casi un siglo, Estrella Galicia fue un secreto bien guardado, una cerveza de culto profundamente arraigada en su tierra. Sin embargo, a principios del siglo XXI, bajo la dirección del bisnieto del fundador, Ignacio Rivera, la compañía inició una expansión nacional e internacional sin precedentes.

Hijos de Rivera se distingue por su feroz independencia , por su capital 100% familiar, una estrategia de branding centrada en la calidad, el origen gallego y una conexión casi emocional con sus consumidores.
Han resistido la presión de los gigantes, creciendo exponencialmente y convirtiéndose en un verdadero fenómeno de mercado.
Hoy, la compañía, que da empleo a más de 2.000 personas, sigue centrada en su única fábrica de cerveza en A Coruña , aunque proyecta nuevas instalaciones. Bajo la presidencia de Ignacio Rivera, Hijos de Rivera no solo vende cerveza; vende una historia de resistencia y éxito familiar que ha conquistado el paladar de toda España.
Este artículo sobre los líderes cerveceros de España, nos muestra que una historia de éxito y el legado de sus fundadores es algo que realmente aprecian los consumidores.
*Revista Ligera / Noviembre 8 de 2025

